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Hondo pesar por el fallecimiento de Carlos Pascuariello

En horas de la mañana de ayer, dejó de existir en nuestra ciudad el dirigente justicialista Carlos Pascuariello a la edad de 67 años.

Víctima del Covid había sido internado en la Sala de Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Isola semanas atrás, pero el cuadro se fue agravando con el correr de los días, y en las últimas horas su estado físico fue decayendo, atacando diversos órganos que finalmente terminaron con su vida.

Carlos Pascuariello se había radicado en nuestra ciudad en la década del 70, con su familia, proveniente de la Provincia de Buenos Aires, dedicándose a la actividad metalúrgica montando Navemar Chubut, que fue uno de los talleres de mayor equipamiento para brindar servicios a los barcos que arribaban a la ciudad.

Con la apertura de la democracia en el año 83, su ideología justicialista, lo llevó a militar activamente, logrando un acercamiento con el dirigente comodorense Marcelo Guinle con quien trabó una estrecha relación que lo mantuvo activo en el campo político local desde aquel entonces.

Pascuariello fue un militante de peso en la comunidad madrynense, conformando una agrupación que respondía al ex senador Guinle, y a su vez logrando en el terreno madrynense un espacio importante que lo llevó a ocupar diferentes cargos partidarios. Fue Convencional Municipal Constituyente, Presidente del Consejo de Localidad, Diputado Provincial, Congresal Provincial, Consejero Provincial entre otros cargos públicos y partidarios, además de una extensa trayectoria institucional y social en la ciudad y la provincia, como Presidente del Club de Equitacion, del Centro Tradicionalista, y titular de las Asociación de Bibliotecas Populares.

También fue integrante del Consejo de la Magistratura, miembro de la Cámara de Industria, Comercio y Turismo de nuestra ciudad, y fundador de la Biblioteca Sanmartiniana.
Como hombre de la política tuvo siempre una férrea voluntad de crecer políticamente, pero tuvo la particularidad que logró a reunir a un importante número de jóvenes dentro de su agrupación, que le permitió hacer escuela dentro del ámbito del justicialismo madrynense, y muchos de ellos fueron concejales, miembros del Consejo de Localidad partidario y en otros lugares en las estructuras del partido a nivel provincial.

Su pasión por los caballos también lo unió Club Hípico de nuestra ciudad, donde también tuvo una activa participación.
Nunca dejó de militar desde el año 83 hasta el último momento en que la vida se lo permitió.
En cada campaña electoral su agrupación se ponía en marcha activamente y acordando con los dirigentes que él consideraba que tenían mayor afinidad, recorría barrios, organizaba reuniones, daba charlas, y promovía debates tratando siempre de mantener en alto los postulados de la doctrina del justicialismo, por el amor que siempre pregonó a sus líderes Juan Domingo Perón y Eva Perón.
Era un hombre de figura sencilla, humilde, siempre con un tono amable, permitía mantener extensos diálogos sobre la realidad de la ciudad y la Provincia, y dando su visión respecto de cómo se debían encarar los temas más preponderantes de la comunidad.

Así lo hizo durante los 4 años que fue Diputado Provincial, donde mantuvo en forma permanente contacto con la mayoría de la entidades locales, tratando de buscar alternativas a los problemas que se iban planteando en cada una de ellas.
Por eso su deceso produjo un hondo pesar en la comunidad madrynense porque fue reconocido por su sentido de militancia y su vocación política, desprovisto de todo interés personal, y donde siempre trabajó para tratar de aportar sus ideas, de acuerdo a su buen saber y entender.

Para la comunidad se perdió un dirigente de amplia trayectoria, con una militancia reconocida, más allá de su forma de pensar cada uno de los temas, pero que dejó una impronta en cada rincón de la ciudad donde le tocó actuar.