El día que Meiszner dinamito la gestión de Arcioni
El desembarco del abogado Quilmeño fue vendido como la salvación mesiánica de la gestión Arcioni, la cual parecía indefectiblemente dirigirse a una zona muerta que lo colocaba muy cerca de la posibilidad de un juicio político. Asumió el 27 de mayo y según cuentan los testigos de Fontana 50, inmediatamente se puso a hacer lo que mejor hace Meiszner. Reuniones.
Al día siguiente de asumir se juntó con quien fuera bendecido con la franquicia oficial del sello ate en una circunstancia bastante confusa donde hubo denuncias de amenazas por parte del funcionario que en ese momento era secretario de Trabajo y pedido de coimas por parte de Edgardo Hompanera quien luego de ese incidente fue dado oficialmente de baja para sentarse en nombre de Ate a negociar con el gobierno del Chubut. Desde ese mismo instante Guillermo Quiroga se transformó en un aliado estratégico para Meiszner.
Fue con Quiroga que Meiszner negocio una pauta de aumento para los auxiliares muy por debajo de lo que venían cerrando los otros gremios y ha cumplido perfectamente con su palabra de no “empiojarle” la calle al gobierno de Arcioni. Incluso se lo ha visto en algunos actos oficiales tal cual un funcionario más de la gestión.
Esa mañana del 28 de mayo, Quiroga y su lugar teniente Luciano Bungue llegaron a entregar un petitorio al gobierno. Para ello movilizaron una treintena de personas para simular el circo de la protesta y tenían ya de antemano pautada una reunión con su socio Andrés Meiszner, ya asumido como secretario general de la gobernación.
A la salida de esa reunión, tal cual acostumbra Quiroga se transformó en vocero del gobierno y anuncio el cronograma de pagos si el empréstito de los 5.000 millones era aprobado. Ante medios periodísticos que aguardaban su declaración Quiroga dijo “nos dijeron que mañana va a haber un anuncio respecto del rango 3, ósea se depositaria el rango 3 mañana… y la semana que viene se pagaría el rango 4 y jubilados, rango 1 y lo más probable es que también lleguen con el 2”. Es decir, ya el 28 de mayo sabían que no iban a pagar salud.
Resulta muy extraño porque el día 12 de mayo la legislatura aprobó una ley que establecía “Emergencia Sanitaria al sector público de la salud provincial por el término de ciento ochenta (180) días a partir de la fecha de la presente Ley» por lo cual se insta al área de Economía y Crédito Público a «la unificación del pago de haberes de los servicios de salud a partir de los salarios correspondientes al mes de marzo”.
Es decir que los empleados de salud a partir de los haberes de marzo, se les daba prioridad de pago al igual que la policía. ¿Entonces porque no se cumplió con lo pactado en su momento con el gremio de Salud para que levanten el paro en medio de la pandemia COVID19?
Resulta que el secretario General Andrés Meiszner tiene abierta una interna muy fuerte con el ex hombre poderoso de la gestión Arcioni, el hoy caído en desgracia ministro de seguridad Federico Massoni. Resulta que Meiszner está muy enojado con el ministro Massoni porque le detuvo al hijo días atrás en la localidad balnearia de Playa Unión por tenencia de estupefacientes junto al hijo de un ex concejal de Rawson. Por ese motivo Meiszner ávido por romper la relación entre Massoni y la fuerza policial que no pasa por un buen momento por el reclamo de deudas salariales, le prometió a la policía que con el sueldo de abril que cobraron ayer, les pagaba un aumento del 10% más las clausulas gatillos adeudadas. La noticia se comunicó y corrió como un reguero de pólvora entre los efectivos policiales que habían empezado a enviar algunas señales de posibles auto acuartelamiento.
Además, Meiszner tenía que garantizarle al gobernador que no iban a haber grandes manifestaciones de reclamo en la calle, por eso mismo llama a su socio Guillermo Quiroga y le promete pagar el rango uno y dos, sector donde Quiroga tiene el 80% de sus afiliados. Y ahí el desastre que termino explotando el jueves era inevitable. Simplemente porque la plata no alcanzaba para pagar a salud también. Por ese motivo 200 millones de pesos que “sobraban” se giraron para pagar prestadores de SEROS.
Cuando con el correr de la mañana se supo el malestar generalizado de los trabajadores de salud y luego sobre el medio día las estridentes declaraciones del ministro de Salud Fabián Puratich, en ningún momento el secretario Meiszner atino siquiera a poner la cara. Nadie supo dónde estaba escondido y así permaneció durante toda la jornada.
Ni siquiera cuando la noticia de la renuncia masiva de los equipos directivos de los hospitales de toda la provincia escalo a nivel nacional, Meiszner no dio la cara. Sobre el final del día, el ministro Antonena trabajaba en ver de dónde podía sacar plata para pagar este viernes al personal de salud, única forma que el ministro Puratich se quede en el cargo.
Puratich que cuenta con el apoyo de todo el arco político y social de la provincia, sería una perdida inestimable para el desdibujado gobierno del escribano Arcioni. Desde nación se supo que en horas de la tarde el ministro Wado De Pedro pregunto qué era lo que pasaba en Chubut, si le habían mandado plata ese mismo lunes.