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Cambiemos logró la media sanción del Presupuesto: Menna y Muñoz votaron a favor

Tras una maratónica sesión, en la que no faltaron escándalos y momentos de alto voltaje, el oficialismo logró esta madrugada la media sanción del proyecto de Presupuesto 2019, al cabo de una jornada que estuvo teñida por violentos incidentes ocurridos fuera del Congreso.

Luego de más de 17 horas de debate, la iniciativa fue aprobada con 138 votos afirmativos, 103 negativos y 8 abstenciones y fue girada al Senado, donde se prevé que sea tratada en el recinto el 14 o el 21 de noviembre.

Entre los cinco diputados chubutenses hubo una gran sorpresa a la hora de la votación: la dasnevista Rosa Rosario Muñoz (Chubut Somos Todos), levantó su mano para aprobarlo, a pesar de que había adelantado su rechazo a varios legisladores colegas de Chubut. El voto de Muñoz, alineada a Fontana 50, también va en contra de las duras críticas que viene haciendo al Gobierno nacional el gobernador Mariano Arcioni, quien inclusive cuestionó hace pocos días las recetas del FMI.

Claro que también algunos recuerdan que Arcioni había dicho más de una vez que el Presupuesto es una herramienta institucional y que había que acompañarla.

El otro voto positivo era obvio: el de Gustavo Menna, el legislador de Cambiemos, que ha venido aprobando con disciplina partidaria todos los proyectos del oficialismo.

Como se esperaba, hubo tres votos chubutenses en contra del Presupuesto 2019: el de los peronistas Santiago Igon, Ana Llanos y Jorge Taboada.

Consecuencias

El proyecto prevé una caída de la actividad económica del 0,5%, una baja del 1,6% en el consumo privado y un desplome del 9,7% en la inversión, además de un dólar promedio de 40,10 y una inflación punta a punta del 23%.

En los dos proyectos de Presupuesto 2017 y 2018, el oficialismo había cosechado 177 y 165 votos respectivamente, con la ayuda del ala dialoguista de la oposición: este resultado marca un retroceso respecto de los consensos transversales alcanzados durante los dos primeros años de la era macrista.

La media sanción del Presupuesto definido como de «déficit cero» llegó en un momento oportuno para el Gobierno, ya que este viernes se desarrollará una reunión del directorio del organismo en la que se tratará la renegociación del acuerdo de endeudamiento, con la expectativa de que valide un nuevo desembolso de 7100 millones de dólares para el Tesoro Nacional.

Además de los votos propios, el oficialismo sumó el aval de una porción del interbloque Argentina Federal (Justicialista y aliados), de Evolución y algunos monobloques, mientras que las bancadas que hicieron causa común para resistir el proyecto fueron el Frente para la Victoria, Red por Argentina, Frente Renovador, Unidad Justicialista y la izquierda.

La oposición casi logra frenar el inicio de la sesión pero finalmente se juntó un quórum apretado de 129 diputados y se habilitó el debate sesión, mientras afuera comenzaban a despuntar los estrépitos de las primeras corridas y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que alcanzaron su pico de mayor tensión tres horas más tarde.

El clima de confrontación fue una constante desde el primer momento, cuando luego del discurso del miembro informante de Cambiemos, Luciano Laspina (PRO), un grupo de diputados del Frente para la Victoria desplegó banderas de Estados Unidos sobre el hemiciclo del recinto, y luego se acopló la diputada de Red por Argentina Victoria Donda al colocar allí una gigantografía de cartón de la directora del FMI, Christine Lagarde.

Laspina decidió enfocar su discurso en una crítica a los años de «descontrol fiscal» de los gobiernos kirchneristas, y pidió «no castigar al Gobierno que le tocó pagar los platos rotos de la fiesta populista».

El presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda desempolvó el discurso de la herencia recibida, al marcar que el kirchnerismo «dejó casi cuatro puntos de déficit» y un «legado» que fue «inédito», que incluyó una suba del gasto público «del 26 al 46% del PBI».

El primero en responder fue el diputado del Frente para la Victoria Axel Kicillof, que calificó de «fracaso absoluto» el Gobierno de Mauricio Macri, y rechazó que el oficialismo siga montándose en el relato de «la pesada herencia», cuando transcurridos tres años de gestión «empeoraron todo».

«Basta de excusas, llevan tres años de gobierno y rompieron todo», embistió el ex ministro de Economía, que alertó que el presupuesto para el año que viene es «de súper ajuste» que sólo va a «generar más recesión».

El diputado del Frente Renovador Marco Lavagna señaló que la economía del país se encuentra «en el medio de una fiesta populista financiera» que se va a tener que «pagar en algún momento», y en este sentido sostuvo que «no aplica más» el discurso de «la herencia» recibida.

Por su parte, el legislador del bloque Justicialista Diego Bossio sentenció que el Gobierno de Macri «fracasó» y vaticinó que «también fracasará este Presupuesto».

«Vinieron a decir que iban a resolver el tema inflacionario y vamos a tener la inflación más alta desde 1921. Iban a resolver la pobreza y cada vez estamos más lejos de la pobreza cero. Y sobre unir a los argentinos, miren lo que nos pasa en lo cotidiano en este Congreso», indicó.

Un rato antes, el recinto se había convertido en escenario de una trifulca que comenzó cuando varios diputados del FpV y de Red por Argentina se acercaron al estrado del presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó, para exigirle que dictara un cuarto intermedio de la sesión hasta tanto cesara «la represión» de las fuerzas de seguridad contra manifestantes en las inmediaciones del Congreso.

Mientras Monzó cavilaba qué hacer, varios diputados se arremolinaron en una gresca que tuvo como protagonistas estelares a los legisladores del FpV Daniel Filmus y Leopoldo Moreau, y al jefe de la bancada del PRO, Nicolás Massot, quien desencajado quedó al borde de los golpes de puño y debió ser sujetado.

Otros discursos del debate

La diputada del Partido Obrero-Frente de Izquierda Romina del Plá opinó que «este presupuesto es un plan de guerra contra el pueblo, que redactaron en Washington y que imponen a los palazos».

Por el Movimiento Evita, Leonardo Grosso enfatizó: «Nos acusan de ser el Club del Helicóptero mientras vacían la plaza a los tiros. El único club del helicóptero que existe tiene a Mauricio Macri de presidente y a Lagarde de socia vitalicia».

Si aprueban esto se cae el país. Y vamos a estar todos con el corazón en la boca, pensando si se cae antes o después de la finalizción del mandato del actual Presidente», agregó.

El diputado del Frente para la Victoria Leopoldo Moreau alertó que si se aprobaba el Presupuesto, «se cae el país».

«Y vamos a estar todos con el corazón en la boca, pensando si se cae antes o después de la finalización del mandato del actual Presidente», agregó, tras lo cual aclaró que Unidad Ciudadana no pretende que Macri entregue el poder de manera anticipada.

«Ojalá este modelo económico neoliberal fracase rotundamente así esta sociedad no vuelve a repetir estas experiencias traumáticas que benefician a los grupos más concentrados. Pero acuérdense: van camino a llevar a la sociedad argentina a un colapso», advirtió.

Al momento de los cierres, el jefe de la bancada Justicialista, Pablo Kosiner, cuestionó el proyecto de Presupuesto pero justificó su voto positivo al esgrimir que de no aprobarse la iniciativa, se le estaría entregando al jefe de Gabinete, Marcos Peña, «la libre disponibilidad del 6% del PBI», lo cual a su entender configuraría «una irresponsabilidad».